Haydee Canovas in Soy una Mujer at The Bard’s Town. Photo – El Delirio Producciones. |
Soy una Mujer: Tres Monólogos
Reseña Por Carlos-Manuel
Bilingual review by Carlos Manuel
Derechos Reservados © 2013 Carlos Manuel
Entire contents copyright © 2013 Carlos Manuel. All rights reserved
As El Delirio Producciones is a Spanish language theatre company, this review appears both in Spanish and English. Scroll down to read the English translation.
Soy una mujer: Tres monólogos es una obra compuesta de tres relatos distintos acerca de las situaciones emocionales, sexuales, y sicológicas de tres mujeres de diferentes edades y en tres diferentes situaciones sociales.
Presentada por El Delirio Producciones bajo la dirección artística de Francisco Juárez, esta obra se compone de dos textos del dramaturgo mexicano Emilio Carballido y uno del escritor italiano Dario Fo. Angélica Muñoz en “Selaginela” y Hayde Canovas en “Parásitas” se encargan de representar los papeles de escritor mexicano, mientras que Angie Williams tiene la oportunidad de representar a “La Reina de la casa,” personaje creado por escritor italiano.
Con una escenografía simple pero elegante y debidamente adecuada, además con una decoración muy pero muy apropiada, la obra comienza con un prólogo ingeniosamente calculado por el director. El prólogo no solo nos da la oportunidad de ver a las tres mujeres en el escenario al mismo tiempo (algo que no se verá después) si no que nos presenta el estilo y los matices que poco a poco se irán descubriendo durante el transcurso de la obra.
Como Ofelia, la actriz Angélica Muñoz nos presenta a una chica de preparatoria la cual, debido a sus calificaciones, ha sido encerrada en su propia habitación hasta que “estudie lo suficiente para que pueda mejorar sus notas escolares.” Sin embargo, Ofelia es una joven llena de energía, de fantasías, y sexualidad, lo que hace que en lugar de estudiar se dedique a pasar el tiempo tratando de convencer a su mamá que la deje salir ya que sus amigos la esperan para ir al cine, entre ellos un chico apodado “Pinocho,” del cual Ofelia se siente sumamente interesado.
En el papel de Dulce, la actriz Haydee Canovas nos lleva a conocer a una mujer la cual llega a casa lista para preparar la comida y para quejarse de todo lo que tiene que hacer por su marido el cual ha muerto recientemente. Dulce es una artista—pintora—pero ha abandonado “su arte” para poder apoyar “el arte” de su marido, el cual era artesano y manejaba la hojalatería creando cuadros, marcos y espejos adornados con esculturas hechas de hojalata.
El último personaje en aparecer en escena es María. Ella llega a nosotros por medio de la actriz Angie Williams. María, como Ofelia, se encuentra encerrada bajo llave pero por su marido, el cual es celoso y aún peor, la golpea constantemente. A simple vista, María parece ser una “ama de casa” sin embargo, entre más escuchamos de ella, mas nos damos cuenta que bajo la “alegría” de esta mujer se encuentras encerrados los más interesantes secretos.
Soy una mujer: Tres monólogos es una obra que no solo divierte pero al mismo tiempo educa ya que las situaciones en que se encuentran los tres personajes nos muestra las diversas maneras del abuso doméstico.
Ofelia se encuentra encerrada bajo llave en su habitación y no tiene otro remedio más que vivir sus propias fantasías juveniles frente a nosotros. Es aquí donde descubrimos como “el mantenerse en forma al igual que bello” es sumamente importante para ser aceptado en la sociedad. Es aquí donde vemos como, sino encajas dentro de lo esperado, tus compañeros de clase te harán burla y te acosarán (bullied) constantemente. Y es aquí donde reconocemos la dificultad de ser adolecente y sentirte atraído hacia alguien el cual odias y amas al mismo tiempo y por el cual harías cualquier cosa.
Dulce, por su parte, y por deseo propio, se encierra en su propio mundo y su propia agonía. Su esposo ha muerto y ahora ella tiene la oportunidad de comenzar una nueva vida, sin embargo, decide pretender que todo sigue como antes y su marido aun está con ella. Esta decisión hace que Dulce se la pase quejándose de todo lo que tiene que hacer por su marido, de todo lo que tuvo que hacer por él y de todo lo que tendrá que hacer por él a pesar de que ya ha muerto. Durante este monólogo nos encontramos con aquella gente que después de haber sacrificado por otra persona, ahora que tiene la oportunidad de comenzar una nueva vida, no lo hacen pues se han vuelto tan dependientes de aquel ser amado que no saben ni cómo empezar nuevamente.
Por lo contrario, María, la cual vive encerrada en contra de su voluntad, sabe exactamente donde se encuentra y cuál es su situación. Pero, como muchas mujeres, no se atreve a aceptar su realidad. Para poder evadir y pensar en su situación, a María le encanta cantar y escuchar música, lo cual lo hace en la sala por medio de un radio, en el comedor por medio de un toca discos, y en la cocina por medio de una grabadora, pero nunca en la habitación pues allí es donde se encuentra la televisión. Pronto descubrimos que para María, a pesar de sus candentes fantasías y sus aventuras sexuales, la música llega a ser su única compañera y su cantar su único consuelo. Afortunadamente, gracias al consejo de una vecina, María por fin “despierta” y toma una decisión sumamente positiva.
Si hay algo que aprender de esta obra es el hecho de que las mujeres han sido sujetas a condiciones deplorables todo el tiempo. Han sufrido, han vivido en la angustia, y hasta han soportado la mano fuerte de sus seres queridos. Pero, gracias a la gran dirección del Francisco Juárez, y al tan buen trabajo de las tres actrices Soy una mujer: Tres monólogos nos muestra que la mujer no tiene que vivir el cotidiano melodrama que se presenta en las tan superficiales telenovelas mexicanas y colombianas donde la mujer sufre, llora, y se aguanta mientras que el hombre triunfa. Al contrario, la mujer puede y debe ser un ser libre con la suficiente fuerza para tomar sus propias decisiones y salir de cualquier situación donde se le vea como “una mujer” y no como un ser humano, con derechos e igualdades civiles. Nunca es tarde, no es imposible y siempre hay una esperanza. Como lo dice Lupita D’alessio, “Porque soy mujer.”
In English:
Soy una mujer: Tres monólogos is a play composed of three different stories about the emotional, sexual and psychological states of three women of different ages and in three different situations.
Produced by El Delirio Producciones, under the direction of Francisco Juárez, this play contains two texts from the Mexican playwright Emilio Carballido and one by an Italian playwright, Dario Fo. Angélica Muñoz in “Selaginela” and Haydee Canovas in “Parasites” are in charge of representing the characters created by the Mexican writer, while Angie Willimas has the opportunity to represent “The Queen of the House,” the character created by the Italian playwright.
With a simple but elegant and very appropriate set, the play starts with an ingenious prologue created by the director. In this prologue we not only have the opportunity to see the three women on stage (something that won’t happen for the rest of the play) but we also have the opportunity to see what connects these three women while the mood and the style of the play are set.
As Ofelia, actress Angélica Muñoz introduces us to a high school student who has been grounded due to her low grades. She is now locked in her room so she can “take the time to study and better her grades.” But Ofelia is a young woman, full of energy, fantasies, and sexual tension, which prompts her to spend her time arguing with her mother to let her out because her school friends are waiting for her at the movie theatre, among them, Pinocho, a guy Ofelia likes.
Playing Dulce, Haydee Canovas plays a woman who arrives home to cook and to complain about everything she has to do for her husband, who has recently died. Dulce is an artist – a painter – but has abandoned “her art” to support the art of her husband, who used to work adorning mirrors, making sheet metal frames and recreating different type of metal sheet backgrounds.
The last character who appears on stage is Maria, played by Angie Williams. Like Ofelia, Maria is also under lock and key but by her husband, who is a jealous man and, worse, regularly beats her. At first sight, Maria seems a simple and happy housewife; but under all the happiness, we soon find a woman filled with interesting and outrageous secrets.
Soy una mujer: Three Monologues is a play that not only entertains but also teaches a lesson due to the fact that characters’ situations show us different ways of responding to domestic violence.
Ofelia is under lock and key and has no other option but to live her own personal fantasies in front of us. It is here where we learn that “trying to keep ourselves beautiful” is important in order to be “accepted” in society. It is here where we see how, if you don’t fit in, your school friends will ostracize you and will bully you at all times. And it is in this monologue where we realize how difficult it is to be an adolescent, feel something for someone whom we hate and love at the same time, and for whom we would do anything without thinking.
On the other hand, Dulce locks herself in, along with her agony. Her husband has died and now she has the opportunity to start a new life. However, she decides to pretend everything is like it was before her husband died. This decision forces Dulce to complain about everything she’s always done for her husband, and everything she will continue doing for her husband even though he’s dead. It is in this piece where we recognize people who, after sacrificing everything for somebody else, can’t take advantage of the opportunity to start anew because they have become so codependent on the other person that they don’t know how – and so they give up.
Unlike Dulce, Maria, who is imprisoned against her will, knows exactly where she is and what situation she’s in. But, like many women in real life, she doesn’t dare to accept her reality. To avoid even thinking about it, Maria loves to sing and to listen to music, which she does in the living room using a radio, in the dining room using a record player, and in the kitchen using a tape player, but never in the bedroom because that’s where the TV is located. Soon we learned that for Maria, despite her exuberant fantasies and sexual escapades, music becomes her only companion and singing her only comfort. Fortunately, thanks to her neighbor’s advice, Maria finally “wakes up” and makes an incredibly positive decision.
The important thing to learn from this production is the fact that women always seem to find themselves under deplorable conditions. They have suffered, they sometimes live in agony, and they have put up with physical abuse coming from those who love them. But thanks to Franciso Juárez’s incredible direction, and the good acting of the three actresses, Soy una mujer: Three Monologues shows us a woman who doesn’t have to live the everyday melodrama presented on those superficial Mexican and Colombian soap operas where women suffer, cry, put up with everything while men triumph. Instead, women can and should be free, with enough strength to make their own decisions and get out of any bad situation where they are seen as “just a woman” and not a human being with rights and equality. It’s never too late; it’s not impossible; and there is always hope. As Lupita D’alessio, a Mexican artists, sings, “Because I’m a Woman.”
Soy una Mujer: Three Monologues
April 18-20, 25-27, 2013 @7:30pm
El Delirio Producciones at
The Bard’s Town
1801 Bardstown Road
Louisville, KY 40205
502-253-9085